miércoles, 23 de mayo de 2018

Saltarás

Sueñas cada batalla ganar,
no sabes el odio olvidar:
sangrar, alterar, pelear sin perdonar.

Cada vez que ves las salidas
viras el rumbo con destino impreciso
sin morir por mera casualidad.

No sé descifrarte,
recordarte que ya sabes vivir,
que ocultar no es solución,
que luchar no es a veces opción.

Y verás salir el sonido del dolor,
y caerás, en cada sueño al huir,
y darás, la espalda a todo calor,
y soñarás, con abrir esa carta al final.

Sólo eres tú tu mágica poción,
el veneno de la inmortalidad
sigue el sendero por el que vas
desertando cada invierno sin dos.

Qué gritar, qué mirar, qué adorar,
si en cada mundo una prisión.
Qué deber, qué querer, qué pretender
por cada fibra de un intento muerto
oliendo a vida en toda flor.

domingo, 18 de octubre de 2015

Habrá veces en la que tendrás que odiar a ese puto corazón
cuando convierte un pequeño suspiro en sufrimiento
y una simple sospecha velada encierra de nuevo en el caparazón.

Una noche sin sentido, aislado y asolado
dentro de esa habitación en la que nado
a oscuras y casi encerrado:

Meditar una noche más,
soplar uña vela más,
agarrar otro estropajo más
y soltar todo el aire al saltar.

Habrá veces en que quieras encender una esperanza
cuando la marginidad te cubra de oficiosalidad
y todo nuevo agente de condicional conlleve una carga más.

martes, 4 de agosto de 2015

Apresar deseo

La marea ya hizo recordar
de las luces y triste sabor a sal
aquello oculto en la verdad.

El deseo de robar y del ansiar más piel,
en el infierno de gozo en el que envenenado vivir
atado a la búsqueda en libertad por alguna eternidad.

Proseguir el sinsentido programado,
perderme culpando al desasosiego del descontrol,
reabrir la buhardilla de heridas arrepentido.
Diatriba de elegir.

Cegadora injusticia, refugio expuesto.
Vejez soñadora, caricia derrotada.
Espera desesperanzada, esclavo piadoso.
Mediocridad paradisiaca, murmullo ensordecido.

Hablar de silencios inundado de bullicio
cuando la sonrisa como flor sin dolor
para helar pulmones insensatos.

Así se entra en el futuro más distópico,
el corazón inerte palpitando,
el dedo acusador cuando sigue esperando,
donde utopía es vivir separado.

Proseguir el camino más difuso,
encontrar inocente controlador ausente,
reabrir la herida sanada.
Diatriba de elegir.

Cegadora injusticia, refugio expuesto.
Vejez soñadora, caricia derrotada.
Espera desesperanzada, esclavo piadoso.
Mediocridad paradisiaca, murmullo ensordecido.

Día de nubes envuelto oscuro
cuando la sinceridad emerge,
cual ígnea ave,
protegiendo la marea aullando a noche oculta.

martes, 20 de enero de 2015

Sin umbilical

Sé que mi alma no despertó la ira, 
la ira de la luna llena hasta el fin,
el de una mentira sin motivo aparente
y un crédulo rayo de sol comienza a creerse
sin llegar la agonía ni la muerte a envenenarle.

La traidora de sueños,
inamovible pecador aún centrado
para la cerrada e infecta salvación .

Sol que persigue sin saber la creadora de lobos,
vieja como pergamino se repite la historia
el uno huye, a contracorriente el otro.

Iluminados asteroides gritan,
indiferentes a la vida,
anunciando de otra historia el final.

Triste corazón.
Tornas cambiadas,
asoma temporal.

domingo, 11 de enero de 2015

Placeres culpables

Si sobreviene un tifón sin avisar,
si olvido lo que aprendí y
la experiencia no ha sabido escuchar
me pregunto si al amainar la tormenta
caerán pilares en la tempestad.

Por haber ansiado el calor,
por los papeles perder entre rayos y ardor
se escurre el agua de entre las manos otra vez.

Sólo habré de culpar la tempestad,
escuchar el deseo,
añorar la luz de neón que no encendió,
seguir arrollo abajo
y en medio de ruinas de nuevo estará.

miércoles, 10 de diciembre de 2014

Salida

Quiero huir, quiero gritar,
quiero sentir que
nadie dijo "no es verdad".

Un reflejo callado
en el que la mirada fijar.

Todas las luces llegan a cegar,
notando la ausencia inerte,
ninguna sombre sabe mentir,
los laberintos a cruzar.

Volar a ras de suelo,
no llegar a levitar,
el mar tan inmenso.

martes, 9 de diciembre de 2014

Puños arriba, manos bajadas

Como si no importara,
paredes decoradas papel maché,
como si no fuera más a llover,
hojas importadas sin escribir,
como si no callara cada vez,
horas entre patadas olvidadas.

Hueco en silencio grita desespero,
proclama puñetazos que llegan a caer
que sigue haciendo leña hasta arder.

No risa sin desvarío
ni desvarío con gentil suficiente.

Como si no importara,
brochas a medio gas
y
horas entre patadas olvidadas.

Como si no callara cada vez.